El Archivo Municipal dedica el Documento del Mes a la Crevillentina S.A., entidad dedicada a la distribución de aguas a domicilio que cumple su 120 aniversario

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La explotación de la Font Antiga permitió abastecerse de agua a la población con menos recursos lo cual supuso una importante mejora de sus condiciones higiénicas y sanitarias

La entidad denominada La Crevillentina, S.A., constituida para la distribución de aguas a domicilio en el término municipal con el caudal procedente de la Font Antiga, cumple su 120 aniversario, institución fundada por los crevillentinos Ramón Mas Espinosa, Vicente Espinosa Mas, José Pérez Mas, Emiliano Martínez Javaloyes, Augusto Mas Quesada, Antonio Alfonso Adsuar, Manuel Villaloa Galvañ, Francisco Magro Candela, Francisco Gallardo Gallardo, Lorenzo Laustalet Sánchez y José Aznar Candela.

Tras el informe pertinente de la Comisión creada al efecto, el Ayuntamiento, en sesión extraordinaria de 23 de febrero de 1902, acordó conceder la explotación y abastecimiento de agua potable a La Crevillentina por resultar “una importante mejora que tiende a beneficiar el ramo sanitario”, cuyas condiciones más importantes eran:

  • Exclusividad en el servicio por un periodo de 99 años (si bien finalmente se redujeron a 50) y la explotación por 99 años.
  • La tubería de conducción que partía del depósito del agua, situado en Partida el Prado, debía ser de hierro.
  • El precio del metro cúbico de agua a domicilio sería de 2 pesetas máximo, 15 pesetas para el riego de las calles y gratuita para el matadero municipal.

El expediente completo, conservado en el Archivo Municipal, incluye también el proyecto de tres fuentes públicas para el uso de los vecinos pobres, “una en cada uno de los barrios de cuevas denominados Boquera de Marchantero, Llorens y Macha, asignándoles gratuitamente una dotación de uno y medio litros por segundo de agua para todos, lo que equivale a 129.600 metros cúbicos o sean, 11.781 cántaros de 11 litros cada 24 horas, cuya cantidad se distribuirá proporcionalmente al número de cuevas que cada barrio tenga”, además de la memoria y descripción exacta de su ubicación (número y propietario de la cueva), presupuesto de las obras (2.069,58 pesetas) y planos firmados por los ingenieros Enrique Cremades y Enrique Hevar de Albacete.

Finalmente, la escritura de concesión de la explotación y el servicio de conducción del agua se firmó el 12 de agosto de 1902, entre los representantes de la entidad y Antonio Mas Mas, síndico, en nombre del Ayuntamiento.

Finalmente, esta sociedad del agua fue constituida mediante escritura otorgada el 1 de diciembre del mismo año, ante el notario Ignacio Pastor Quesada, con un capital inicial de 100.000 pesetas representadas por 2.000 acciones nominativas de 50 pesetas cada una, que eran entregadas a su propietario dentro de un “canyut”.

La falta de caudal de la Font Antiga, de origen medieval, provocó la disolución y venta de esta sociedad al Ayuntamiento de Crevillent en 1964, junto con sus bienes inmuebles, incluido todo el fondo documental que pasó a formar parte del Archivo Municipal donde se conserva íntegramente, es decir, el conjunto de documentos producidos y recibidos por la entidad a lo largo de su vida. Así, contamos con ordenanzas, libros de acciones, actas, contratos, informes, proyectos y libros de contabilidad, que están a disposición de los investigadores en general.

La importancia del agua en la historia de Crevillent ha sido tal que el Archivo Municipal cuenta con tres fondos de entidades de este tipo, como la Font Antiga, la Sociedad Minera San José y María. La Cata –donados por Salvador Puig Fuentes–, y La Crevillentina, documentación que no suele ser muy habitual su conservación, pero que son parte indispensable de nuestra historia y evolución a lo largo de los siglos.

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